Pureza:
Virginidad, inocencia en todo lo relativo al sexo, libertad de la
contaminación, de cualquier cosa que arruineel gusto o el placer, que reduzca
el poder, o adultere de alguna manera lo que se supone que algo fuera.
La
realidad de mi corazón…
“El
corazón es en sentido literal y figurado, el centro de todo lo que eres y de todo lo que experimentamos en la vida.
Es la fuente de tu vida emocional, física y espiritual. Así como un lago no
sera puro si su fuente no es pura, tampoco nuestros pensamientos y nuestras
acciones, si nuestro corazón no lo es”. Todo lo que hacemos, hablamos y pensamos proviene de nuestro corazón.
“Sobre
toda cosa, guarda tu corazón, porque de él mana la vida”Prov. 4:23. “La voluntad de Dios es que sean santificados;
que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su
propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos
deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios…” 1 Tes. 4:3-5.
Dios
desea de ti…
- - Un corazón limpio. Desecha el pecado en tu vida
para poder tener una intima relación con
el Señor. Salmos 51:10, Juan 1:12.
- - Un corazón puro. Con las motivaciones correctas,
busca a Dios por lo que él es, no por lo que
te pueda dar. Salmos 24:3-4.
- - Comunión íntima. Tu corazón. Búscalo en comunión
cada día, habla con ÉL y escucha su voz. Salmos 25.14.
“Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis
caminos” Prov. 23:26.
“Tú solamente tienes que ocuparte de darle tu corazón, y
vivir obediente en su camino… él se encargará del resto”.
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